La importancia de la danza infantil para tus hijos
La danza infantil tiene muchísimos beneficios para los niños que la practican, tanto en su desarrollo físico como psicológico y emocional. Además, bailar es un recurso maravilloso para divertirse, tanto para los padres como para los pequeños.
Un instinto innato
Todos hemos observado la reacción de los bebés cuando escuchan una música que les gusta. De manera espontánea comienzan a mover el cuerpo siguiendo el ritmo a su manera. El Departamento de Psicología de la Universidad de York en Reino Unido, afirmó, tras una serie de investigaciones, que los humanos nacemos con una capacidad innata de responder a la música a través de movimientos rítmicos. La danza infantil, ayuda a que los niños desarrollen sus capacidades sociales e intelectuales. Además estimula la creatividad y fortalece la autoestima, algo que hay que trabajar desde la infancia. Lo mejor de todo es que los beneficios de aprender a bailar desde pequeños, duran durante toda la vida. La danza, practicada desde la infancia hace que los niños crezcan con una mayor conciencia y valor de su cuerpo, y con más sentido del ritmo y del equilibrio.
Danza infantil para la autoestima
Para los niños (y para los adultos) bailar es una actividad lúdica muy divertida. Cuando el niño es muy pequeño, se trata de un ejercicio espontáneo e improvisado, por lo que la técnica es indiferente y cada uno puede inventar su propio ritmo y sus movimientos. Lo importante es que durante esta práctica, los pequeños van adquiriendo una serie de habilidades muy valiosas que van más allá de la capacidad de bailar bien. A partir de alrededor de los 5 años, la danza infantil contribuye al desarrollo físico ya que define la figura del cuerpo. Además permite que los niños genera sentimientos muy positivos hacia su imagen y sus capacidades, lo cual repercute en la confianza en uno mismo, lo cual será muy importante a lo largo de toda la vida.
Bailar con niños
Los beneficios de la danza infantil también son considerables si se practican en compañía. Esto es imprescindible, sobre todo cuando son muy pequeños. Además de pasar ratos muy bonitos, se establece un vínculo más estrecho con la persona con quien comparte el baile. Pero, ¿cómo bailar con ellos?
Bebés
Para bailar con un bebé, por lo general se hace con el niño en brazos, al menos hasta que comience a caminar. Se puede hacer en los mismos brazos o con ayuda de un portabebés. Se escoge una música y se danza para hacer al bebé partícipe del ritmo. Hay que hacer movimientos armoniosos que combinen el cuerpo con el ritmo musical. Se puede saltar suavemente, inclinarse, girar e ir adaptando la intensidad a los gustos del bebé. Lo disfrutará un montón.
Niños pequeños
Con los niños que ya pueden caminar es diferentes. En esta etapa ya se puede bailar cogiéndoles de la mano y guiándoles en movimientos al ritmo de la música. Se puede utilizar percusión corporal para estimular el ritmo, como batiendo palmas o chasqueando los dedos. Para estimular su memoria, se pueden proponer pasos fáciles en secuencias sencillas y repetitivas.
Estilo de música
El tipo de música para la danza infantil se tendrá que escoger según el momento y el estado de ánimo del niño. Si buscamos relajarse, bailaremos música tranquila. Si lo que queremos es activarlo, utilizaremos canciones enérgicas y estimulantes. Cualquier escenario es estupendo para bailar: el salón de casa, la playa, el parque… ¡No os cortéis!
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