El lenguaje universal del baile
Si hay un idioma universal, ese es el lenguaje del baile. La humanidad lo lleva utilizando desde la prehistoria, desde que nuestros antepasados comenzaron a incluir las danzas como una forma de comunicación con los espíritus. No existe civilización sin música y esta está ligada al movimiento del cuerpo y, por lo tanto, al baile.
Los animales también bailan
Podría decirse que bailar es una necesidad humana cuyo origen se sitúa en los primeros rituales de los seres humanos. Aquellas danzas antiguas tendrían un objetivo muy trascendental, como forma de venerar los dioses o conectar con la naturaleza. Aunque seguramente también se llevaban a cabo por motivos terapéuticos (desahogo emocional tras momentos complicados, celebraciones, etc.), y para reforzar el sentimiento de grupo.
Incluso existen otras especies animales con comportamientos rituales que también bailan, como las abejas o los estorninos. Al fin y al cabo la danza también es ritmo y sincronicidad. Pero el ser humano tiene también la capacidad de imitar sonidos y crear melodías, y el desarrollo de ambas capacidades vinculadas, ha permitido alcanzar altas cotas de refinamiento y complejidad.
Por otra parte, ¿por qué bailamos? Principalmente para expresarnos. El lenguaje del baile nos permite expresar sensaciones, sentimientos y emociones sin necesidad de usar palabras, solo con el cuerpo en movimiento. Por ritual, tradición, hobby o cultura siempre se ha bailado, en todo el mundo y en todas las épocas históricas.
El baile es sincronía, conexión y ritmo, algo que todo ser humano está preparado para comprender. Incluso los bebés reaccionan a la música, y en cuanto tienen cierto control sobre su cuerpo, pueden seguir los ritmos a su manera.
El lenguaje del baile es universal
Bailar además también permite a las personas experimentar nuevas sensaciones con el cuerpo, el espíritu y la mente. A través de la danza, podemos conectar y comprender la esencia cultural de cualquier lugar del mundo, por diferentes que sean las personas. Las barreras del idioma o la frontera, dejan de existir.
Es por esto que la UNESCO oficializó en 1982 la celebración mundial de la danza. El objetivo era hacer recaer la atención sobre este fenómeno inherente al ser humano que comparten todas las culturas y civilizaciones del mundo.
Pero el lenguaje del baile va más allá de lo cultural y lo ancestral. Es también una herramienta de expresión para las personas a las que les cuesta manifestarse verbalmente. El baile, al igual que otros tipos de arte, es un idioma que va más allá de las palabras, y, por lo tanto, es una vía de comunicación y canalización de emociones muy fuerte. Muchas personas que en el día a día son tímidas, reservadas y pasan desapercibidas, comienzan a bailar y se transforman, se llenan de brillo y energía y consiguen transmitir un montón de sensaciones.
Y aún podemos dar un paso más: puede que el lenguaje del baile sea el más sincero que existe. Las palabras pueden estar limitadas, pueden disfrazar eventos, fingir emociones, maquillar realidades. Pero el cuerpo nunca miente.
Si te gusta bailar, pero no has pasado de brincar en tu casa o en la discoteca, anímate a matricularte en una escuela de baile y aprender nuevas técnicas. Este año, permítete dominar nuevas formas de expresión.