El arte de subirse a un escenario
En el mundo de la danza, pasamos largos años de nuestra vida en formación: cursos, clases independientes, extraescolares, masterclasses, cursos on-line, intensivos de verano, de Navidad… Y realmente, la formación nunca acaba, siempre se puede aprender más y mejor, gracias a la gran variedad de estilos y la facilidad con la que contamos hoy en día para realizar cualquiera de ellos en cualquier parte del mundo. La danza es un arte que requiere de ti mucha pasión, pero también constancia y disciplina, ya que tiene muchos factores que abordar; es una formación extensa. Pero hay uno de estos factores que es algo que no se puede enseñar en clase, y que sólo se puede masterizar con el tiempo y la práctica, y es cómo comportarse en un escenario.
Estar en el escenario: todo un arte
Puede parecer que estar en el escenario sea simplemente ese momento en el que enseñas lo que has ensayado durante un tiempo y ya está; aparentemente, algo muy sencillo y rápido, que no debería de tener mucha más complicación que eso. Pero, en realidad, cuando estás en él, te das cuenta de que no es para nada así. Para empezar, está el factor de los nervios, que dependiendo de la persona lo puede gestionar mejor o peor. Se dice que los nervios hacen que interpretes la pieza que tienes que cantar, bailar o actuar como si la hubieras ensayado un 10% de lo que realmente la has ensayado; es decir, los nervios se comen ese 90% de tu ensayo y pueden hacer que te den esa sensación de inseguridad. A raíz de esto, puede que aparezcan los famosos “blancazos”, lagunas y/o despistes varios.
Para evitar todo eso, aquí juega un papel muy importante tu capacidad de concentración y de aislamiento, y hacer callar a todas esas voces intrusivas, y no despistarse tampoco por factores externos; como, por ejemplo, fijarse demasiado en el público. Es curioso porque, cuando estás nervioso, parece que el tiempo se parara o ralentizara, y 1 minuto puede parecer una eternidad cuando, en cambio, cuando lo pasamos bien y disfrutamos, se pasa en un periquete.
Tener en cuenta al otro
A parte de lo ya comentado, estar en un escenario, no sólo es centrarse en ti. En el caso de estar bailando en pareja o en grupo, es fundamental tener en cuenta al otro. Primeramente, es primordial respetar el espacio de la otra persona; puede parecer algo muy básico pero, a veces, pecando de excesiva concentración en uno/a mismo/a, hay gente que se come el espacio de otros/as y hace que lo/as demás no puedan disfrutar del momento ni tampoco interpretar con la tranquilidad que deberían.
También es muy importante, aparte de estar concentrado/a en el trabajo que tienes que realizar, estar alerta y atento/a también a lo que pueda pasar; tener esa visión periférica del espacio en el que estás. Por ejemplo, puede que a tu compañera se le caiga al suelo el pañuelo que llevaba en la cabeza y no se de cuenta, pero tú sí, y además el pañuelo cayó donde más tarde bailará otro compañero/a; en ese caso, en la medida de lo posible, intentarás de manera disimulada mover/quitar del escenario el objeto por el bien del grupo.
En un escenario, se valora mucho esa atención y rapidez mental, ya que eso puede llegar a salvar a un/a compañero/a de un accidente, o incluso a ti. Hay que estar preparado/a para cualquier fallo, ya que, como comentábamos al principio, por mucho que ensayes tu pieza, hay factores que no puedes prever y habrá que solucionar en el momento, en directo. Conocer cómo comportarse de forma profesional en un escenario son el tipo de cosas que podríamos denominar como “tener tablas”.
Dance Emotion es un espacio seguro donde poder dejar volar tu imaginación, creatividad y talento; estaremos encantado/as de recibirte, ayudarte con lo que necesites y darte nuestros mejores consejos. ¡Te esperamos!