La alegría del mambo
Es un hecho: nadie puede resistirse a la alegría del mambo. Éste es un ritmo cubano por excelencia. Es el resultado de una transformación profunda que venía experimentado la música de Cuba ya desde los años 30, cuando empezó a evolucionar de forma revolucionaria. Es un estilo de baile que cuenta con seguidores fervientes a nivel mundial y que alcanzó una fama sin precedentes en los años 50.
Breve historia del mambo
En la década de los 50 del siglo pasado, el Mambo irrumpió como una novedad en las pistas de baile del país caribeño. Y enseguida se extendió por el resto del mundo. Sin embargo fue en México donde tuvo una mejor acogida y se cultivó con pasión. Se atribuye la creación del mambo como género musical a Arsenio Rodríguez y a Cachao su desarrollo. Fue el pianista Dámaso Pérez Prado quien le da su estructura y sienta las bases del baile. El mambo de los inicios se caracterizaba por tener una gran libertad de expresión. Aunque también tenía pasos complejos y bastantes acrobacias. Pérez Prado marchó a México y se llevó con sigo el mambo que adquirió una gran fama. Junto con Benny Moré, entré en el cine mexicano y se rodaron cientos de escenas de baile de mambo.
Los éxitos de Dámaso llegaron hasta Nueva York y enseguida se puso de moda, causando un gran furor en la ciudad. Se llegó a interpretar y bailar en locales de tanto renombre como el Palladium. Aunque el mambo cautivó a los neoyorquinos, los profesionales del baile consideraron que era un estilo con demasiada improvisación y eso dificultaba su aprendizaje. Así pues, incorporaron algunos cambios, dándole un toque de disciplina y estableciendo algunas reglas, figuras y pasos.
La alegría del mambo es contagiosa
Y de esta forma el mambo se convirtió en una revolución en las pisas de baile de una forma sin precedentes. Nunca un género tropical causara antes semejante sensación como la alegría del mambo. Este era un baile feroz, alegre y contagioso que cautivó al público de todo el mundo. Como casi todos los estilos de baile, los orígenes del mambo se encuentran en África. El mambo original y su libre expresión es la respuesta orgánica al ritmo de la percusión propia de los países africanos. En este vídeo se puede apreciar muy bien. Se caracteriza por sus ondulaciones de caderas, fluidas y sinuosas. El ritmo sincopado se marca con precisión a través de los movimientos de los hombros.
Se baila en pareja, moviendo una pierna extendida hacia adelante o hacia un lado, manteniendo la otra flexionada. Y mientras se sigue el ritmo básico del compás. Con el transcurso del tiempo se fueron desarrollando diferentes ritmos de mambo: el sencillo, el doble y el triple. El último dio lugar a la aparición del Chachachá, otro de los estilos imprescindibles en los bailes de salón.
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E mambo desde sus inicios hizo «furor», contagió a todo el mundo y se mantiene.
El se hace presente siempre en los salones,y nadie lo saca, ni hoy ,ni mañana.
Quien lo impuso:Dámaso Pérez Prado.